Cosas que sólo nos pasan a Woody Allen y a mí
La imagen es un fotograma de la película "Misterioso asesinato en Manhattan" de Woody Allen. El matrimonio echa una partida de cartas en una cafetería. Realmente, lo que hacen es espiar a un vecino del que la mujer, Diane Keaton, sospecha que ha asesinado a su esposa. Él no da crédito a esta hipótesis, pero se ve arrastrado a colaborar en la "investigación" -En realidad el motivo que le lleva a colaborar no es el contentar a su esposa, sino los celos que siente del amigo que se presta voluntariamente a ayudar a Diane, pero por exigencias de "mi guión" así os lo cuento-.
En la escena, ella echa la partida con pasmosa frialdad profesional, mientras a él le tiembla el pulso, se le caen las cartas...
Quería dejar mi trabajo, sin pena ni gloria. No quería malos rollos ni con unos -jefes- ni con otros -compañeros-. A unos, explicaba que iba a intentar conseguir un mejor empleo. ¿Pero cómo iba a decir a los que allí seguirían que me escapaba de ese tormento? Pues, claro, como sospechaban, la injusticia empresarial se cebaba en mí.
Mis compañeros me alentaban a quejarme, a reivindicar mis privilegios frente a los recién llegados, ellos hablarían en mi favor, ¡mejor oferta de contrato para Hermione! ¡A las barricadas! ¡Más madera!... Y yo, feliz ante la expectativa de cambiar.
Tampoco quería malos rollos con la empresa, ni cerrarme puertas. Así que no les eché en cara su infrautilización de mis servicios. Y ellos pensando que es que yo ya debía tener algo entre las manos -otro trabajo-.
Aquello se estaba saliendo de madre
Otro alegato.
En una conversación escrita, comentábamos acerca de libros que habíamos leído. Mi interlocutor, se mostró entusiasmado al entender que yo había leído un libro que a él le fascinó. ¡Ciencia ficción! ¡mi tema favorito! Buff!
¿Se adivina cuál es uno de los libros que he cogido en préstamo de los fondos de la biblioteca municipal? Ya me queda menos para el final.
Al menos, gracias a este defecto mío, me voy instruyendo o algo.
Hermione
En la escena, ella echa la partida con pasmosa frialdad profesional, mientras a él le tiembla el pulso, se le caen las cartas...
Quería dejar mi trabajo, sin pena ni gloria. No quería malos rollos ni con unos -jefes- ni con otros -compañeros-. A unos, explicaba que iba a intentar conseguir un mejor empleo. ¿Pero cómo iba a decir a los que allí seguirían que me escapaba de ese tormento? Pues, claro, como sospechaban, la injusticia empresarial se cebaba en mí.
Mis compañeros me alentaban a quejarme, a reivindicar mis privilegios frente a los recién llegados, ellos hablarían en mi favor, ¡mejor oferta de contrato para Hermione! ¡A las barricadas! ¡Más madera!... Y yo, feliz ante la expectativa de cambiar.
Tampoco quería malos rollos con la empresa, ni cerrarme puertas. Así que no les eché en cara su infrautilización de mis servicios. Y ellos pensando que es que yo ya debía tener algo entre las manos -otro trabajo-.
Aquello se estaba saliendo de madre
Otro alegato.
En una conversación escrita, comentábamos acerca de libros que habíamos leído. Mi interlocutor, se mostró entusiasmado al entender que yo había leído un libro que a él le fascinó. ¡Ciencia ficción! ¡mi tema favorito! Buff!
¿Se adivina cuál es uno de los libros que he cogido en préstamo de los fondos de la biblioteca municipal? Ya me queda menos para el final.
Al menos, gracias a este defecto mío, me voy instruyendo o algo.
Hermione
15 comentarios
Hermione -
Ramón -
Ramón -
Creo que esto no puede faltar en tu página, me ha gustado descubrirla, no la conocía pero me he sentido identificado :)
Joven,
yo era un vanidoso inaguantable.
"Esto va mal", me dijo un día el espejo.
"Tienes que corregirte".
Al cabo de unas semanas era menos vanidoso.
Unos meses después ya no era vanidoso.
Al año siguiente era un hombre modesto.
Modestísimo.
Uno de los hombres más modestos que he conocido.
Más modesto que cualquiera de ustedes,
o sea
un vanidoso inaguantable
viejo.
MIGUEL D´ORS
Besos
Hermione -
Que no, que..."¡Estamos trabajando en ello!"
Gatopardo -
Hermione -
Bohemia -
Hermione -
Yo soy él -
Hermione -
Gatopardo, recuérdame que solicite tus servicios cuando necesite prólogo para un futuro libro.
Y Duende y Ana*, con vosotros tres ya tengo unos mecenas magníficos.
Ayer le dije a un amigo que escribiera algo en la bitácora.
Me dijo que no, que no le apetecía, que era Asertivo (que ni causa perjuicios ni deja que se los causen a él, vaya) y se lamentó de que la gente siempre se quejara por ello.
Le digo: -claro, es que yo no soy Asertiva. Y quiero que todo el mundo sea tan pringao como yo. El mundo iría mejor si todos fuéramos así.
-Hummm, no lo creo. Todos estaríamos amargaos por hacer cosas que no queremos.
Pero mi amigo prefiere no ser Asertivo cuando no tiene ganas de ir a trabajar. Piensa que su jefe puede alegar el mismo motivo para no pagarle.
Al final, creo que ni mi amigo es tan independiente, ni yo trato de contentar siempre a la gente, o de conformarme frustrada.
Pero este tío ¡no me hará un favor, no!.
duende -
Gatopardo -
¿Qué, no es una presentación de original para que se vuelvan locos los editores o qué?
Bohemia -
Hermione -
Tenía que haber puesto una banda de inauguración y unas tijeras, para que tuvieras un Honor en condiciones.
Ana* -
No sabes la alegría que me da el que te lances a esto. Por descontado que te ponemos un enlace en el Hábitat, la calidad está asegurada de antemano.
Qué gracia, es como estar en tu casa o algo así :-)
Enhorabuena, y que disfrutes mucho de esta nueva etapa.